Invierno: 1 de octubre – 30 de mayo:
10:30 – 13:30 y 16:00 – 18:00 (cerrado los lunes y martes)
Verano: del 1 de junio al 30 de septiembre: 10:30 a 13:30 y de 18:00 a 20:00. Abierto todos los días.
El Castillo del Águila se alza sobre un promontorio rocoso a más de seiscientos metros sobre el nivel del mar. Las piedras originales de la fortaleza son de origen romano, aunque fue durante la ocupación árabe cuando se llevaron a cabo las principales obras que le dieron el aspecto que aún hoy conserva. Desde las torres y pasadizos de este castillo, los habitantes de Gaucín presenciaron la quema de las naves de Umar ben Hafsun en Algeciras en el año 914.
Más tarde, en el siglo XI, Abd al Yabban, hijo de al-Mutamid, rey de Sevilla, conquistó el castillo y reforzó aún más sus defensas. En 1309, Guzmán el Bueno encontró aquí la muerte mientras intentaba conquistar la fortaleza a los gobernantes árabes. Guzmán el Bueno fue una figura heroica que, según la leyenda, defendió la ciudad de Tarifa lanzando su propio cuchillo a sus enemigos para que mataran a su hijo antes que perder la batalla.
El cuerpo de Guzmán el Bueno, idealizado por los cristianos, fue trasladado posteriormente al monasterio de San Isidoro del Campo en Sevilla, donde aún hoy descansan sus restos.
Mucho ha cambiado en este siglo, y aunque hoy en día sigue siendo el emblema monumental de uno de los pueblos más bellos de la sierra de Ronda y del valle del Genal, el castillo dejó de ser joven hace décadas y se ha convertido en un tranquilo lugar de interés histórico donde tanto visitantes como residentes pueden disfrutar de unas vistas espectaculares.
Su planta irregular, sus tres recintos amurallados, las torres aún conservadas y las construcciones posteriores siguen presidiendo los horizontes de un típico pueblo blanco, con una comunidad y unos servicios dignos de localidades más grandes, tanto en número de habitantes como en prestigio.



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